Un jardín como espacio de exhibición para una exposición titulada justamente El Cuerpo como paisaje, nos sugirió la idea de proponer un/otro paisaje complementario, que no le disputase un lugar a las obras sino que las resaltase. Para ello nos servimos de piedras blancas de diferentes tamaños; su uso nos permitió delimitar ámbitos, marcar recorridos, al tiempo que nos invito a ampliar posibles contextos que las piezas de algún modo reclamaban. Fue el caso de las ondas de agua que configuramos con piedras en torno a las balsas.
EXPOSICIÓN TEMPORAL
Conceptualización, diseño museográfico, diseño gráfico, supervisión del montaje.
Consulado General de México en Barcelona
Jardines del Consulado General de México en Barcelona